9 de marzo de 2014

Qué tiene de feliz tener un día de la mujer

Mi Facebook, mi buzón y todas las demás redes sociales en las que participo se pasaron ayer el día repitiendo de cien mil modos diferentes lo mismo: FELIZ DÍA DE LA MUJER. Parece que si eres o dices ser feminista de cualquier sexo-género, tienes que alegrarte por la existencia de tal día, tienes que marcarlo mandando vacíos sms y actualizaciones de estado de felicitación, tienes que llenar tu 8 de marzo de lila y por supuesto, ante todo y sobre todo, tienes que seguir a la masa y no ser une aguafiestas respondiendo mal a todas esas felicitaciones y máscaras de alegría.

No ser une aguafiestas... ¡qué feminista!

Esto del 8 de marzo lo veo como el 28 de junio. Venga, vamos todes a celebrar en unidad los maravillosos avances que hemos logrado para las mujeres y para las personas LGBT. Vamos a mostrar que somos agradecides, que apreciamos esas concesiones por parte de nuestres opresores, no vaya a ser que se arreptientan y nos las quiten. Vamos a hacerles ver que sabemos lamernos las heridas y sonreír al látigo que las produce, o todavía mejor, que estamos dispuestes a esconder las heridas bajo fiestas, felicitaciones y eslóganes vacíos. 

Yo necesito que alguien me explique qué es lo que tiene de feliz el tener un día de la mujer, o un día de las personas trans*, o un día de les niñes, o un día de les portadores del VIH. Qué es tan celebrable en la instucionalización de un misero día al año para cada uno de los oprimidos. 


Empezando por la lógica para preescolares, si un día al año celebras que es el día de la mujer, supongo que el resto de los 364/5 días celebras que no lo es. Si un año es el momento de acordarse de los derechos de les niñes, el resto de la historia de la humanidad, supongo que es el momento de olvidar que son individues. Si un día al año te sientes de la hostia porque te subes a una carroza gritando que eres gay, supongo que el resto del tiempo te sientes en la mierda porque no puedes gritarlo, ¿o qué? ¿Ya estás conforme y liberade con haber participado en ese desfile? ¿Ya has obtenido esa igualdad? ¿Ya se acabo el heterosexismo? 

Aparentemente ayer el patriarcado dejó de funcionar... o eso parecen hacerme querer creer todes esas felicitaciones... Y aparentemente hoy ha vuelto, ya que nadie se felicita. 

Y ahora dejando ya la lógica para preescolares, me repatea que el 8 de marzo y sus fiestas (o manifestaciones-fiesta) se hayan convertido en un símbolo de ser feminista. Como si el feminismo fuera una cosa única. Como si todes les feministas estuvieramos de acuerdo. Como si ele que grita más alto el 8 de marzo es quien hace más trabajo por desmantelar el patriarcado y luchar contra el sexismo, la misoginia y la opresión. Como si el no estar de acuerdo en celebrar este día fuera igual a ser machista. 

Qué casualidad que sea el feminismo más reaccionario el que suele establecer la agenda del 8 de marzo. Aquí en Dinamarca es el de opresión de les trabajadores sexuales. En la mayor parte de los sitios que leo, es el biologicista tránsfobo con su tiranía de los coños y los úteros como factores definidores de la condición de mujer. Desde luego que en ambos lo que florecen son los valores de la clase media que se define como blanca y que excluye de la supuesta lucha por la igualdad a todes les que no cabemos en sus etiquetas identitarias ni en su blanco puño inmaculado que nos regala flores como felicitación en lugar de proponernos un fisting

No gracias, ni me felicites ni me llenes los muros de basura reafirmante del patriarcado.


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24 de enero de 2014

InBIsibilizar mediante la política bisexual

Iba a comentarlo en Facebook (y lo haré justo después de publicar esto), pero temo que mi crítica "no positiva" (o eso que otres suelen llamar "destructiva") desaparezca del evento, como tantas veces me ha pasado, así que he decidido hacerlo también aquí.

El activismo bisexual mainstream, es decir, ese dominante y casi el único que tiene voz y palabra, escribe y grita sobre la falta de mención que les bisexuales sufren. Una queja constante sobre la invisibilización (no, perdón, inBisivilización), sobre el tokenismo (vamos, la falsa inclusión de un grupo minorizado dentro de otro mayor para mostrar diversidad e inclusión que no son tales), sobre el que cuando se nombra la B sin otro motivo que mencionarla es también opresión, etcétera. Y casi diría bravo por todos esos gritos si son vistos dentro de una política de identidades. Pero claro, qué sorpresa, la política identitaria siempre lleva a lo mismo: normatividad, opresión, minorización, marginación, exclusión.

Se está creando una asociación en Valencia que según lo que leo dice que incluirá a BIsexuales y PANsexuales. Como parte de este proceso, se pregunta por Internet qué nombre ponerle. Las propuestas que surgen del grupo que parece activo en su creación, todas incluyen BI


¿Dónde se ha quedado ahora esa insistencia con mencionar cada identidad? ¿Dónde están los nombres que incluyen PAN? No claro, esto es diferente... porque la bisexualidad incluye la pansexualidad, o al menos eso creen les bisexuales que utilizan la palabra como un paraguas.

[El dichoso paraguas. Hace años que no comparto la idea. Tengo que escribir sobre esto en otra entrada.]

¿Pero cuántes pansexuales se sienten tokenizades con la inclusión de PAN en una asociación que claramente es dominada por bisexuales? ¿Cuántes pansexuales leen el texto y ven que la única mención a la pansexualidad es claramente utilizada del mismo modo que la B se incluye en LGBT? ¿Cuántes pansexuales se ven invisibilizades en esas propuestas de nombre?

La comunidad bisexual y sus normas oprimen a aquelles que se identifican con la pansexualidad. Una identidad siempre lleva eso. La comunidad pansexual también tiene sus normas y oprime a otres que usan otras identidades. Lo que yo no entiendo es por qué a tan poca gente ver todo esto no le da ganas de abandonar ese tipo de políticas.


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15 de enero de 2014

Hospitales, diversidad funcional y biopoder

Visitar un hospital danés es una de esas experiencias que te sirve para ver cómo funciona la mente de les que se consideran mayoría en relación a aquelles que consideran minoría.

Me explico.

Sección de oftalmología más grande de este país. Lo primero que encuentras es un cartel enorme en el que está escrito que te pongas en una de esas dos colas o que registres tú misme en el ordenador que hay en la pared. Cuando llegas al mostrador, la secretaria (siempre son mujeres) te da un papel en el que pone que sigas la línea negra que da no sé cuántas vueltas, cambies a la línea azul y luego a la roja, hasta llegar a una determinada sala de espera con el nombre de la subsección que vas buscando. Por el camino, te cruzas con varias puertas de cristal que tienes que abrir tú misme. Cuando te sientas en la sala de espera, estás rodeade de folletos que tratan sobre diferentes enfermedades del ojo. Carteles en la pared explicando que no siguen el orden de llegada en las llamadas. Una televisión encendida sin volumen, con todo tipo de informaciones sobre el hospital, por escrito. Vale, todo muy útil y muy organizado... a no ser que te fijes en el pequeño detalle de que la mayoría de la gente en esa sección no ve bien y hay muchas personas ciegas o casi ciegas. Pero todes les que trabajan y han diseñado este hospital sin duda no lo son.

Piensas, esto debe de ser una excepción. Espera...

Sección de diálisis y diabetes de otro hospital diferente, pero también la más grande del país. Cuando entras un cartel te da la bienvenida y te dice que te sientes a esperar tu turno. En la sala de espera, una máquina de bebidas y varias jarras con otras bebidas. Y sobre ellas un cartel pegado que pone "Todas las bebidas contienen azúcar". ¿Crees que se refieren solo a la máquina? No, también las jarras que han llenado de agua azucarada con color, algo que aquí es muy popular entre les niñes. Ni una sencilla jarra de agua del grifo. 

Parece que son ejemplos casuales. ¿O qué?

Sección de otorrinolaringología del hospital más grande y sección de audiología de otro hospital menor pero especializado en poner aparatos auditivos. Llegas al mostrador y la persona te pregunta tus datos para darte la bienvenida y te explica dónde tienes que ir. Ningún papel con instrucciones esta vez. Cuando llegas al lugar de espera, te sientas en una sala repleta en la que hay gente sola y acompañada, gente que habla con palabras y gente que habla con las manos. Cada diez minutos sale une médique o enfermere y pronuncia el nombre de la persona que debe acompañarle. Sin embargo, la mayor parte de la gente allí no oye bien o directamente es sorda, con lo que se saltan pacientes y las personas sordas tienen que levantarse y decir su nombre o dar su tarjeta para ver si son elles. Esto durante años, imagino, sin que a nadie se le haya ocurrido poner una pantalla que escriba los nombres y la consulta a la que hay que entrar.

¿Continúo entonces?

Sección de cardiología especializada en personas con problemas eléctricos en su corazón. Es decir, gente que tiene arritmias de diverso tipo. Después de dar la tarjeta a la secretaria (también aquí son todas mujeres, como siempre) te invita a sentarte en la sala de espera y servirte un café o un (y no hay otras bebidas, tampoco agua, con o sin azúcar). Por supuesto, ambos con cafeína. Sin otros ejemplos, se podría llegar a pensar que tiene un objetivo, poder ver su efecto mientras estás en la consulta, pero no es así. Su consumición es voluntaria, y jamás se pregunta si has bebido algo. No obstante, en la lista de cosas que te sugieren no hacer, por si alguien lo duda, está mencionado no consumir cafeína.

¿Más todavía? No, porque puedo seguir hasta el infinito, estoy segure. A mí desde luego todo esto me dice que si en estos sitios, donde saben que tratan a menudo con gente que tiene necesidades diferentes, sigue triunfando el capacitismo, la situación en el resto de ambientes es insoportable.

Bueno, un ejemplo más y ya paro. Uno más porque este es un poco diferente. Aquí no se trata de imbecilidad y falta de ponerse en la situación de les demás. Esto es directamente maldaz. O lo que es lo mismo, biopoder y control de los cuerpos considerados como pertenecientes a mujeres.

Sala de recuperación de la anestesia después de un aborto. A tu alrededor, personas que acaban de parir y tienen a sus bebés en los brazos. Sonrisas, llantos de recién nacide, felicitaciones, flores, más celebraciones. Y tú mientras tanto intentado despejarte de la intervención que te ha permitido evitar justamente tener que reproducir ese sistema de reproducción. Pero a ti nadie te felicita, no hay nada que celebrar. ¿Para qué te han puesto en esa habitación cuando hay otras? Sin duda, para regular tu comportamiento y hacer de tu experiencia algo que no desees repetir.


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